Cuidar de tu estilo bicitcletero, no sólo es cuestión de tener la mejor bicicleta ni los mejores accesorios, también se trata de cuidar tu cuerpo y recuperarte de descompensaciones o peor, de lesiones musculares que te pueden dejar lejos de pedalear feliz por la ciudad, casa, pueblo, montaña o todo lo que sea camino.
Toma nota de estos puntos para cuidar brazos y piernas y mantener una perfecta condición para recorrer el mundo sobre dos ruedas.
CALIENTA: Así sean viajes largos o cortos, no olvides calentar. Puedes trotar unos minutos, estirar piernas o bajar las escaleras de tu apartamento u oficina para aflojar músculos y soportar la jornada en bicicleta. Todas las mañanas dale a tu cuerpo una rutina de estiramientos básicos y también, al dejar la bicicleta, descansa piernas y brazos con una rutina más. No importa si son estilo entrenador de gimnasio o principiante de yoga, sólo no olvides relajar tu cuerpo.
HIDRATATE: Un músculo bien hidratado, es un músculo con mayor flexibilidad. Bebe de 2 a 3 litros de agua diaria (uses o no la bicicleta), si tu actividad sobre bicicleta es de jornada larga, bebe incluso más agua, si tu cuerpo lo requiere. Recuerda: “Nada en exceso”. Notarás la diferencia de un cuerpo hidratado a uno reseco, sobre todo en esta temporada de calor.
CUÍDA TUS LESIONES: Así sea por una pequeña caída o un gran accidente, no dejes de atenderte cualquier lesión que sufras debajo o sobre la bicicleta. Siempre asiste con un experto para que te diga qué hacer en caso de esguince, torcedura o algo más grabe. Si les pones atención a las cosas desde el primer momento, puedes evitar caóticas consecuencias en tu cuerpo.
EQUIPO ADECUADO: Si vas a rodar, usa la vestimenta y equipo adecuado. Incluso si es saliendo de la oficina, trata de llevar unos zapatos adecuados antiderrape, ligeros y que le den a tu pie el acomodo sobre el pedal, si lo necesitas, usa bandas musculares o protectores. Así evitas accidentes y rodarás con una sonrisa.